Agosto, un infierno para la persona infiel

En estos momentos pensaba en una constante que todos los veranos se repite en mi consulta; temáticas duras intensas y bastante habituales, mucho más de lo que nos podríamos imaginar, y cuando os digo mucho…, es mucho…  

El verano, y quizás más concretamente el mes de agosto, es para muchos la época más deseada del año por lo que conlleva; vacaciones, descanso, buen tiempo, viajes, excesos, fiestas… pero estas fechas tienen otra cara no tan atractiva para otras personas…, no nos podemos imaginar cuanta gente lo pasa realmente mal emocionalmente hablando en esta época… y en este caso concreto, hoy me refiero a las personas que están viviendo, por no decir “sufriendo”, una infidelidad.

Nos podrá gustar o no, pero la realidad es que la infidelidad existe y está mucho más presente de lo que nos podríamos imaginar; y por ello es un tema que pienso debe tratarse y tratarse de un modo totalmente respetuoso, porque nadie somos quién para juzgarlo.

Personalmente, siempre que trato temas de infidelidad, me gusta reiterar que hablo de personas que no son infieles por naturaleza, hablo de personas que teniendo una pareja, lógicamente “afectada”, de un modo inesperado se llegan a enamorar de otra.

Es en estas fechas estivales cuando las personas que tienen un/a amante “estable” o una doble vida comienzan un periodo de sufrimiento, ansiedad, incertidumbre, pensamientos negativos, desconfianza, miedos…. a la vez que inician o intensifican unos comportamientos obsesivos de control de redes sociales, mensajería instantánea, fotos subidas…

Cuántas veces habré escuchado las mismas dudas…?:

  • “Que hará con su mujer/marido en vacaciones?”
  • “Estará disfrutando con él/ella?”
  • “Mantendrán relaciones sexuales?, él/ella siempre me dice que no pero no se si creerlo”
  • “Se acordará de mí tanto como yo de él/ella?”
  • “Por qué no encuentra más tiempo para escribirme o mandarme una foto si yo en cuanto puedo busco un hueco para hacerlo?”

Todo este malestar que se genera, que os aseguro que afecta con mucha intensidad, no solo lo sufre la persona que está viviendo la infidelidad; sino toda su familia porque, sin poderlo controlar,  sus emociones negativas se traducen en irascibilidad, poca paciencia, escaso autocontrol, tristeza, apatía, inseguridad… que directamente repercuten en su familia, pareja e hijos si es que los hay…  

La vida está cambiando, las cosas están cambiando y… la realidad es que el verano para muchos… ya no es lo que era…

1 Comment
  • Ricardo Álvarez
    Posted at 13:17h, 07 julio Responder

    Buenos días Emma, estoy de acuerdo con lo que dices. No es que ahora esté viviendo esta circunstancia, pero creo que es tal como tú lo dices. Me cuesta un poco expresarme porque siempre me da cierto respeto l@s psicolog@s. Gracias por compartir tantos escritos, son todos muy enriquecedores.

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