Mi reflexión de hoy, 17 de diciembre de 2013

Relativizando

En más de una ocasión habrás sentido que tienes un problema que te bloquea, te desborda, .. y lo peor!!, cuando se lo cuentas a un amigo, parece que éste no se da cuenta de la envergadura o gravedad del mismo y te da respuestas del tipo: “ No te preocupes, no es para tanto”, “ Mira que eres exagerado”…… ¿qué está pasando?.

Jenny Moix dijo “las cosas no vienen con la importancia incorporada. Somos nosotros, quienes damos o no importancia a las cosas”. Por desgracia, las personas muchas veces nos sentimos el obligo del mundo y magnificamos nuestras circunstancias hasta extremos insospechados; exageramos nuestros problemas; y esto es debido a que no nos damos margen para analizarlo con perspectiva, tendemos a focalizar nuestros pensamientos en preocupaciones, olvidando completamente aquellas cosas bonitas que forman parte de nuestra vida.

El estado de felicidad lo alcanzaremos cuando aprendamos a relativizar, a ser más flexibles, porque las cosas no son blancas o negras, y hay una gran escala de grises.

El término relativizar hace referencia  a tomar la distancia necesaria para ver las cosas en conjunto. Hacer el esfuerzo de procurar ver la imagen completa para poder decidir qué importancia merece lo que nos preocupa.  En la mayoría de las ocasiones, los problemas no son el problema en sí mismo, sino aquello en que nosotros acabamos convirtiéndolo.

Muchas veces aprendemos a relativizar, por obligación, debido a que la vida nos hace pasar por situaciones muy duras, como puede ser la muerte de un familiar cercano, una grave enfermedad, una separación traumática … son acontecimientos que  nos hacen ver la vida desde otra perspectiva. Por suerte, no siempre son necesarias las duras lecciones de la vida, para aprender a hacerlo, aquí os dejo algunas recomendaciones:

  • Piensa: Dentro de diez años, esto que tanto me preocupa ahora, ¿me seguirá importando?, ¿tendrá la misma gravedad desde esa perspectiva?…..
  • No olvides el sentido del humor:  La actitud con la que te tomes la vida es fundamental para que enfoques las cosas desde un prisma de positivismo.
  • Recuerda obstáculos superados: Haz memora de todas esas dificultades que has logrado superar. Confía en ti mismo para afrontar adecuadamente el problema como lo has hecho otras veces.
  • Ejercita a la distancia emocional: Muchas veces los sentimientos o emociones  que nos genera el momento difícil hace que perdamos la objetividad del sobre el mismo. Imagina que tu problema, no es tuyo sino de tu mejor amigo o de tu hijo, y éste te pide consejo. ¿qué le dirías?, ¿Lo vivirías igual?.
  • Sal de tu caparazón: No te bloquees en tus preocupaciones. Sé humilde, se solidario ábrete a los demás; sé capaz de entender que todos tenemos preocupaciones.
  • No te hagas la víctima, lo único que consigues es consumir tu energía.
  • Plantéate objetivos, recupera ilusiones con las que alegrar tu vida, abre tu mente.

Hace muchos años un amigo con acento canario me dijo: “Emma, ahora eres muy joven y aún no lo ves, te falta experiencia, pero hazme caso, la vida es mucho más de todo lo que puedas ser capaz de imaginar; mira las cosas como si las vieras desde la más lejana distancia. Entonces, lo entenderás todo mejor …..”.

 

 

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