Mi reflexión de hoy, 9 de enero de 2014

No dejes de sorprenderte, no dejes de sorprenderme

Las personas que me conocen bien, siempre me han dicho que debería cambiar, que debería ser algo menos inocente, menos ingenua, menos confiada…. Tal vez tengan razón, ciertamente, en estos tiempos ser ingenuo es sin duda un acto de valentía, ya que las probabilidades de salir “malparado” son bastante elevadas, pero… yo, en el fondo, siempre he sido reacia a cambiar. Soy muy consciente de que rasgos como la ingenuidad, la humildad y otros tantos me permiten mantener viva la capacidad de asombrarme, de sorprenderme, de ilusionarme; pienso que debe ser muy triste el dejar de maravillarte por las cosas que ocurren a tu alrededor.

dogSi recuerdas tu infancia, en aquel momento todo era sorpresivo. Cuando realizabas algo por primera vez, cuando experimentabas algo nuevo,… era especial; esa ilusión, esos ojos abiertos como platos, esas ganas de que no se acabara nunca,..

Por desgracia, con el paso de los años perdemos esa capacidad, y sin darnos cuenta caemos en una vida monótona, rutinaria, donde damos por hecho demasiadas cosas y pasamos por alto otras tantas; no debería haber una edad donde se perdiera la capacidad de asombro. Con esto no quiero decir que no debamos madurar, que evidentemente sí debemos hacerlo, pero quizás sería bueno recuperar ciertas actitudes que podrían mejorar la calidad de nuestra vida adulta.

Ciertamente, las personas de nuestro alrededor, la gente que nos quiere,  puntualmente nos ayuda a mantener viva esa capacidad de asombrarnos. Nos sorprenden con detalles inesperados, haciéndonos la vida algo más bonita, facilitando nuestros sueños,.. pero lo que hacen los demás no es suficiente y tampoco debemos dejar en manos de otros esa responsabilidad.

La buena noticia es que la capacidad de sorprenderse, como todas las capacidades se puede fortalecer; recuperarla te permitirá  vivir una vida mejor, sin tantas limitaciones y con más posibilidades.

Aquí te dejo algunos consejos que te pueden ayudar:

  1. No des nada por hecho, todo cambia. Nunca hay dos días iguales. Abre los ojos y analiza bien tu día, fíjate en los detalles. En ocasiones, vivimos tan rápido que no nos da tiempo a saborear lo que nos está ocurriendo; si te paras y analizas verás como te asombras de las cosas que ocurren a tu alrededor un día cualquiera.
  2. Céntrate en el aquí y ahora y disfrútalo. No pienses tanto en el futuro, no recuerdes tan a menudo tu pasado, simplemente vive el presente, entusiásmate con él. Recuerda que lo único que tenemos es el hoy, aprende a disfrutarlo.
  3. Tenemos cinco sentidos, pero… habitualmente ¿cuántos utilizamos? debemos aprender a usarlos normalmente. Experimenta, escucha,  observa, estáte atento y siente lo que ocurre a tu alrededor.
  4. “Abre tu mente”, conoce gente nueva, emprende un nuevo hobby, asiste a conferencias, introduce nuevos hábitos en tu vida,…. Haz cosas nuevas que te hagan experimentar nuevas sensaciones.
  5. Vive las experiencias de manera diferente, explora nuevas formas de hacer las cosas. Improvisa, cambia de medio de transporte, de ruta, de horario, ..

Si logras recuperar  tu capacidad para asombrarte, no dudes que con ello serás mucho más feliz y además fomentarás otras competencias como pueden ser la creatividad, la  fantasía…

Como decía Kevin Spacey en American Beauty : “Es genial comprobar que todavía tienes la capacidad de sorprenderte a ti mismo.”

Feliz Día

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